La agricultora Máxima Acuña, quien le ganó un juicio a la multinacional Yanacocha, denunció que no la dejan cultivar en su terreno. Asimismo, indicó que recibe amenazas y pide la pronta intervención del Ministerio de la Mujer y Poblaciones Vulnerables, el Ministerio de Justicia y Derechos Humanos y la Defensoría del Pueblo.
Como se conoce, la cajamarquina recibió el Premio Goldman (2016), que es el reconocimiento ambiental más importante del mundo. Sin embargo, manifiesta que continúa padeciendo los abusos de la minera.
«Soy una mujer agricultora. Tengo que trabajar la tierra para poder mantenerme, pero me siguen fastidiando para que no hagamos nuestro cultivo», dijo en declaraciones al medio de comunicación La Mula.
Contó que, por un problema de salud, su esposo, Jaime Chaupe, y ella decidieron contratar a un operador para que trabaje la tierra con un tractor, pero la seguridad privada de la mina empezó a llamar al trabajador por teléfono para amenazarlo con que iba a llamar a la Policía para desalojarlo de su propio terreno. «Estamos trabajando dentro de nuestros linderos, pero nos están amenazando», afirmó Chaupe.
En el 2011, Yanacocha denunció a Acuña por presunta usurpación de terreno; sin embargo, ese juicio lo ganó la campesina cajamarquina, pero luego la empresa presentó una nueva denuncia por mejor derecho de propiedad. Cansada de los más de 12 años de procesos judiciales, Acuña pide al Poder Judicial que resuelva este caso lo más pronto posible.
«Yo cultivo para poder vivir. Que se pronuncie, sea para bien o para mal. Quiero vivir tranquila, que me dejen trabajar y vivir en mi tierra. Exijo justicia», también comentó.
La expresidenta del Consejo de Ministros dijo lo siguiente: «La minera dice que hace defensa posesoria cuando lleva a policías para impedir que Máxima haga labores en la tierra, pero eso es absurdo porque quien está en posesión del terreno es Máxima, no ellos. ¿De qué defensa posesoria hablan?».
Vía La República